Llamar a la puerta del departamento de Recursos Humanos para dejar un currículum o enviarlo por correo electrónico ha pasado a la historia. Cuando se quiere encontrar un empleo, tan importante es el qué como el cómo. «Buscar un trabajo es como hacer una campaña de publicidad sobre ti; hay que destacar sobre los demás candidatos», propone Arantza Atutxa, de Creativity Zentrum, que estos días imparte en Prestik el taller El curro de buscar curro.
Arantza Atutxa. (Foto: Pablo Viñas)
¿Buscar curro se ha convertido en un curro en sí?
Sí, es al menos lo que intentamos trasladar: que los jóvenes sean conscientes que buscar trabajo requiere un esfuerzo, una dedicación y un tiempo. Sobre todo, en los tiempos que corren hoy en día, con muchos candidatos para un puesto y pocos puestos. Damos unas pinceladas sobre cómo desarrollar la creatividad para destacar en esa búsqueda.
¿Cuáles son?
No tenemos una receta mágica; lo que hacemos es dar unas ideas para desarrollar su creatividad.
¿Por ejemplo?
Observar el entorno. ¿Sabe cómo creó Bang & Olufsen los aparatos de música en las que las pletinas se desplazan hacia los lados para meter el CD? Inspirados en las puertas de los supermercados. O conectar cosas que en un principio no tienen sentido, como creó el tamagotchi una pedagoga japonesa. ¿Hay algo más antagónico que una mascota y un aparato electrónico? Son inspiraciones para encontrar una forma diferente de presentarse a un puesto de trabajo.
«Buscar un empleo requiere un esfuerzo, una dedicación y un tiempo; sobre todo, hoy en día»
Pero, ¿qué tiene que ver todo eso con buscar un trabajo?
¿Por qué no trasladamos a un currículum más piel y menos papel? Se trata de buscar una alternativa al típico currículum en papel y con una fotografía. Un publicista, por ejemplo, hizo un vídeo-currículum en el que utilizó a sus abuelos y son ellos los que destacan las cualidades de su nieto. Unos publicistas neoyorkinos querían trabajar para unas empresas determinadas. Se dieron cuenta de que, si llevaban su portafolios a una de ellas, difícilmente les iban a llamar porque tendrían milles de ellos. Pero esos directivos seguro que tenían 5 minutos al día. ¿Dónde? En el baño. Así que hicieron un librito, entraron en esas empresas y dejaron sus trabajos en los baños.
¡Suena muy arriesgado!
Hay que medir muy bien qué es lo que quieres conseguir y cómo lo vas a hacer: una cosa es ser original y creativo, y otra es excederse. Hay muchas formas de ser creativo y de presentarte ante una empresa de una manera diferente. Se trata de hacer una campaña publicitaria de uno mismo, que haga que tu oferta sea más atractiva que la del resto. Eso lo puedes hacer teniendo un diseño concreto de tu currículum, como un diseñador que hizo un tetra-brick de leche en el que plasmó su experiencia laboral. El currículum es una carta de presentación pero hay muchas formas de acercarse al mundo laboral.
¿Y eso va a lograr que una persona encuentre empleo?
No podemos dar garantías de éxito, pero va a llamar la atención de aquel que recibe ese currículum o presentación. Si buscas un resultado distinto, no hagas las cosas de la misma manera.
¿Tanto pesa el cómo se presenta un candidato?
Evidentemente, si una empresa está buscando un ingeniero y se le presenta un panadero, por muy original que sea no le van a contratar. Pero se trata de diferenciarse: dentro de ese montón de ofertas que existen, que se acuerden de que uno hizo una determinada presentación.
FUENTE: deia.com
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